Intuición: cómo entrenar tu instinto

A algunos les encantan, a otros les gusta regalarlas: Las decisiones. Mientras políticos y empresarios toman regularmente decisiones que afectan a numerosas vidas, otros se sienten abrumados cuando tienen que elegir un menú en un restaurante. Tan diferentes como los gustos y disgustos a la hora de tomar decisiones son los métodos para llegar a una decisión. Te mostramos cómo entrenar tu intuición y tu instinto.

Algunas personas adoptan un enfoque muy objetivo: Escriben listas de pros y contras, sopesan argumentos y realizan análisis DAFO. Otros hacen caso a su instinto y confían en su intuición. No hay una respuesta general a la pregunta de qué método es el correcto. Porque la necesidad o no de una ponderación intensiva depende no sólo de la persona en cuestión, sino también de sus conocimientos previos, del alcance de la decisión y de la información disponible.

¿Cabeza o intuición?

Básicamente, es importante dominar ambos tipos de toma de decisiones. Sin embargo, como la mayoría de la gente nunca ha aprendido realmente a escuchar su intuición, la mayoría de las decisiones se toman con la cabeza y no con las tripas. Por eso hoy queremos mostrarte cómo puedes entrenar tu sentido constructivo y tomar buenas decisiones de forma intuitiva.

Razones para tomar decisiones intuitivas

¿Por qué son tan importantes la intuición y el sexto sentido? Sencillamente porque son extremadamente prácticos. Porque no siempre se dispone de tiempo suficiente para sopesar las cosas durante mucho tiempo. Algunas decisiones deben tomarse en pocos segundos. E incluso si hay tiempo suficiente, a veces falta información importante que necesitarías para una consideración detallada. En estos casos, tu intuición es inestimable.

Entrene su intuición

Para que tu instinto funcione con fiabilidad, debes practicar, practicar y practicar. Porque la capacidad de evaluar correctamente a las personas o las situaciones no es innata, sino que se entrena. Se basa, por un lado, en tus conocimientos previos y, por otro, en tu experiencia. La siguiente lista contiene siete puntos que puedes abordar uno a uno. Si sigues todos los puntos, pronto podrás disfrutar de un sexto sentido bien desarrollado. Vamos allá.

1. permitirlo

Lo importante es que te comprometas plenamente. Tu instinto no tiene por qué sustituir a todas las cifras, datos y hechos. También puede complementarlos, siempre que estén disponibles dentro del periodo de toma de decisiones. Confíe en sí mismo y en su valoración. Verá que muy a menudo estará en lo cierto. Permita el proceso y refuerce su poder intuitivo para tomar decisiones.

2. ser valiente

Solo se sabe si una decisión es buena o mala después de haberla tomado. Sin embargo, no debes tener miedo de tomar decisiones equivocadas. El miedo es un mal consejero. Te inhibe y te impide fortalecer tu sexto sentido. Pero ese es exactamente tu objetivo. Atrévase, sea valiente y crea en su instinto. No le defraudará.

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3. recuerda

¿Qué decisiones importantes has tomado intuitivamente en el pasado? ¿Cómo te sentiste en ese momento? Y en retrospectiva, ¿la decisión fue beneficiosa o te afectó negativamente? Reflexiona sobre ti mismo y recuerda cómo te sentías cuando tomabas buenas decisiones. Cuando vuelvas a tener esa sensación, sabrás que puedes dejarte guiar por tu intuición con la conciencia tranquila.

4. educa tu percepción

Los detalles desempeñan un papel importante en las decisiones. Por lo tanto, debes aprender a percibirlos e interpretarlos. Presta atención a las impresiones externas y a tu voz interior. Por ejemplo, sea empático y desarrolle sentimientos hacia su interlocutor. Observa atentamente tu entorno. La vigilancia perfecciona tu proceso de percepción y, por tanto, también tu intuición.

5. confía en tu intuición y relájate

Cuando estás relajado y cómodo, puedes concentrarte plenamente en tus sentimientos y, por tanto, en tu voz interior. Así que la próxima vez que tomes una decisión importante, haz que tu entorno sea lo más cómodo posible. Ponte en el estado de ánimo adecuado, a ser posible incluso con ayuda de la meditación, y toma tu decisión.

6. cambiar de entorno

Dependiendo de dónde te relajes mejor, también puede tener sentido cambiar de entorno. Un cambio de perspectiva espacial a veces también conlleva un cambio mental. Pruébalo y simplemente cambia de entorno durante un breve espacio de tiempo antes de la próxima decisión importante.

7. practicar en la vida cotidiana

Como todo en la vida, la práctica hace al maestro. Entrena tu intuición en la vida cotidiana, toma muchas pequeñas decisiones viscerales y gana confianza. Cuanto mejor aprenda a evaluar a otras personas y situaciones, más fácil le resultará tomar decisiones en el futuro. Y poco a poco te darás cuenta de que tomar decisiones puede ser incluso divertido. Le deseamos mucha suerte.

Conclusión

Puedes aprender a confiar más en tu intuición y a actuar en consecuencia. Ante todo, debes preguntarte sinceramente por qué no confías en ti mismo. El coaching puede ayudarte a ganar claridad: ¿Quién fue la persona principal en tu infancia que se aseguró de que tuvieras que obedecer? ¿Que tu opinión no era relevante ni se pedía, que no te sentías visto? Quizá rara vez tuviste la oportunidad de decidir por ti mismo y siempre te lo quitaban todo.

El siguiente paso es fijarte más en tus valores: ¿Cómo quiero ser con los demás? ¿Cómo quiero ser en mi trabajo? ¿Qué quiero en las relaciones, ya sea con amigos o en pareja? ¿Qué importancia tienen la confianza, el amor propio, la pasión, la facilidad y la comunicación auténtica?

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